Ser madre de una niña

Hello-Kitty

Cuando supe que iba a ser madre no tuve la «típica» sensación o preferencia por el sexo de mi bebé, quería saber si era niño o niña únicamente para poder dirigirme a él o ella con un nombre. En el momento en el que me dijeron que era una niña sentí una enorme alegría, la misma que hubiese sentido si fuese un niño. Siempre tuve claro que intentaría criarla lejos de los prototipos culturalmente asociados a una niña, huiría de vestirla sólo de rosa (me gusta ese color, pero lo mismo que tantos otros) y la gente de mi entorno lo sabía, por lo que también pude evitar verme rodeada de vestidos rosas y puntillitas. Sigue leyendo